Escocia 2011: Relatos de viajes

[KoldoS]

Las Midlands: Stirling

CONTINUACION



Volvemos al Park & Ride y comemos allí mismo. Después, ponemos rumbo a Doune y visitamos su castillo (incluido en el Explorer pass). Este sí que es un castillo-castillo. De los que ofrecen pocos flancos al enemigo, con sus torreones y sus paredes en apariencia inexpugnables, y que tienen un patio interior de hierba, con un pozo en medio. Tiene algunas zonas cerradas por ruinas y son pocas las estancias con mobiliario. Pero a quién le importa. Los niños lo recorren sin miedo, subiendo y bajando escaleras, descubriendo pasadizos e imaginando aventuras. Encima ha dejado de llover y ha salido el sol. ¿quién da más? Y todo eso sin apenas gente (hay visitantes, pero viniendo de Edimburgo y Stirling…).

Bueno, se nota que hemos pasado un buen rato. Cuando salimos, son ya las 17:00. Ha sido un buen colofón a nuestro Explorer pass. Eso sí, con esto damos por terminada nuestra carrera contra los horarios de visitas y nos olvidamos de más pases. Seguimos teniendo el del National Trust, pero tenemos claro que eso no nos marcará la ruta.

Ya más tranquilos y sabiendo que lo que nos queda del día lo vamos a dedicar a conocer lugares de naturaleza (que no cierran), cogemos la A84 en dirección a la región de las Trossachs. La parte más conocida de este parque natural es quizás el loch Lommond. Pero en nuestro camino de subida hacia el norte, vamos a ver la parte este del parque y dejaremos para la vuelta su parte oeste y el loch Lommond.

Un poco después de Calander tomamos la A821 y bordeamos los lochs Venachar y Achray. Hemos leído que subiendo hacia el Duke´s Pass hay un mirador con grandes vistas sobre los lagos y la región de las Trossachs, pero subimos hasta el puerto y no lo encontramos. En algunas curvas sí que se ve el más cercano loch Achray, pero ni rastro de un mirador. Lo que sí encontramos es el acceso a la ruta circular por el Queen Elizabeth Forest Park. Pero vista la pista de tierra y que no sabemos qué nos podemos encontrar (no tenemos información al respecto), decidimos no aventurarnos y damos la vuelta. Después he leído que alguna AC la ha hecho sin problemas, pero…

Llegamos al loch Achray y nos desviamos hacia el loch Katrine. Aparcamos en su orilla sur, en el parking del puerto desde el que salen los barcos turistas (Loch Katrine Pier). Allí vemos el viejo vapor llamado Sir Walter Scott, descansando del ajetreado día, y damos un corto paseo a pie, disfrutando de una agradable tarde. Sin lluvia y sin mosquitos.

Tras el paseo, dudamos si quedarnos a dormir en el parking. Está expresamente permitido y cobran 10 £/noche. Durante el día también es de pago (por horas), pero con la tarjeta de minusválidos estamos exentos de pagar (al menos durante el día, lo otro no me queda claro). Esto de los parkings es habitual en el Reino Unido. Hay muchos parkings de pago, aún en medio de la nada, pero la mayoría son gratuitos para los minusválidos.

En esas estamos, cuando pasa una pareja catalana en furgoneta. Ellos van a ir a un parking cercano, que han visto junto al loch Achray, y en el que no está prohibida la pernocta. Esto decanta la balanza definitivamente. Mejor dormir acompañados.

El parking en cuestión es el de Ben Venue, situado a pie de la carretera A821, junto al cruce con la carretera al loch Katrine, dirección a Aberfoyle. Allí volvemos a coincidir con la paraje catalana, con los que entablamos una agradable conversación, mientras peleamos con los dichosos midges (a los que hace nada no se les veía en el Katrine). Ellos (los catalanes, no los midges) están ya de retirada y nos comentan lo que han visto por el norte y por las islas.

En el parking hay además una AC alemana y una pareja autóctona bastante peculiar. Nos llama la atención tanto su aspecto, como su comportamiento. Él, con pantalón de camuflaje, tiene pinta de marine y anda dando vueltas buscando algo. Mientras, ella, que ocupa cinco veces lo que él, le grita a menudo y se mueve lentamente con una red cubriéndole la cara. Me imagino que será un buen remedio para los mosquitos, pero la imagen es de lo más esperpéntica. Más que una red, parece una media de atracador. Se va haciendo de noche y ellos siguen sin montar la tienda que tienen a medio poner. De repente, ella se marcha con el coche, dejándole a él allí.

Cuando me acerco a ver el letrero informativo de las rutas (hay un par que salen de allí mismo), me pregunta algo sobre el agua. Me parece entenderle que me dice si se puede beber. Yo no sé de qué me habla y él parece darse cuenta. Se da por vencido y se aleja hacia el lago. Al de un rato vuelve con un bote, del que viene bebiendo. No sé qué pensar. ¿Está bebiendo el agua del lago? ¿Se trata en realidad de un juego de supervivencia?

La cosa empeora cuando empiezan a caer gotas. El hombre sigue allí, sin montar la tienda y se resguarda con una manta térmica. Parece Rambo escondido en la selva. Empezamos a preguntarnos si es seguro quedarnos aquí. Entonces, aparece de nuevo ella. Rápidamente se ponen en acción y acaban de montar la tienda. Definitivamente, habían olvidado algo. ¿Quizás los clavos? Y nosotros descubrimos que tenemos más prejuicios de los que pensamos. Las apariencias nos habían hecho desconfiar.

Después de eso, nos dormimos plácidamente y riéndonos de nosotros mismos. ¡Cuántas películas hemos visto!



Gastos día:

- Entrada Monumento a Wallace en Stirling: 13,3 € (11,26 £)
- Autoguía Monumento a Wallace en Stirling: 1,15 € (1 £)
- Bus en Sitirling desde el Park & Ride al castillo (i/v): 4,14 € (3,6 £)


Total gastos día: 18,59 €
Total parcial: 1829,82 €

[matrix]

Koldos.. sí que se nota diferencia entre ambos castillos... pero los 2 bonitos, cada uno e su estilo.
Y lo de la pareja alemana... jejeje .. os debió causar un buen rato de intriga y desconcierto. Nosotros en Noruega vivimos un hecho similar, resumiendo, la recuperación de una cv robada que los dueños habían encontrado en un párquing y con la presencia de la actuación de la policia en la detención, con placaje y esposas incluidas... no creas, que nos alteró un poco...

LA primera foto del lago, muy bonita.

[EvaV]

pumo, preciosas fotos, en cuanto sale el sol Escocia es un paraíso de colores nítidos.

Marta, gracias por los elogios. En casa tengo pocas paredes, creo que me gustaría ampliar la foto panorámica con las casas de colores de Tobermory, aunque es difícil encontrarle un espacio: http://acpasion.net/foro/attachment....8&d=1317408033

Zaran, la foto de la carretera también me gusta a mí, es una de las cuatro que he elegido para el relato. No tiene nada, pero tiene esa luz...

Koldo, para sacar esa luz, cuando reservas los ferries le añades la casilla de la hora a la que quieres el rayo de sol, jajaja. Fue un rato en el que nos volvimos locos fotografiando (David) y filmando (yo).

Bueno, empezáis un día con lluvia, pero hay que pensar que "el agua de hoy es el whisky de mañana"...
El castillo de Stirling me parece precioso, con esa decoración en las salas.
Seguro que los niños, con los vestidos e instrumentos se lo pasarían en grande. Le he leído a Clara a menudo hablar de este tipo de aliciente, creo que sobre todo en Canadá. La única vez que recuerdo haber visto algo así, y se me olvida dónde fue (Irlanda?) no supe que realmente podíamos disfrutar un buen rato con ello. Vaya !!
Qué orgullo hay que sentir cuando tu niña toca una pieza al piano, para admiración y asombro de todos los turistas !
Pintan bien el loch Katrine y el barco de vapor. Es la imagen de la tranquilidad de las vacaciones que se avecinan, sin tanto horario.

[Mikel O]

Koldo
Muy bonito el relato y las fotos del castillo de Stirling. En cuanto al paseo, la verdad es que merecía la pena, no tenía ninguna dificultad pero al ser por el bosque, tanto la vegetación como las vistas que se podían apreciar desde los claros eran bonitas.
Nosotros sí que vimos el cartel de not overnight en el parquing del monumento, pero la verdad es que lo vimos pues subimos hasta el bar y viendo que no teníamos sitio para aparcar allí tuvimos que volver a entrar en el parking y dejarlo a la entrada, donde las cuestas.
En cuanto al loch donde dormisteis, creo que es el mismo en el que dormimos nosotros otro día, pero que la lluvia no nos permitió ni dar paseo alguno ni fotografiar.

[EvaV]

(primera parte, fotos relato)


Lunes, 15 de agosto: Fidden Farm – Loch Buie (57 km)

Quinto día en la isla de Mull: Isla de Iona y pernocta remota


Me levanto a las 07:30. Ha amanecido despejado, pero con duchas intermitentes, y aquella luz tan especial que incita a hacer fotos. El sol va ganando intensidad según avanza el día.
David y yo salimos a pasear a Mateo por la playa, mientras dejamos a las niñas levantándose de la cama, con el encargo de recoger la capuchina y poner la mesa para el desayuno.

Antes de entrar en la autocaravana, David iza, en acto solemne, la senyera catalana en la popa. Ondeará junto a la recién izada (ayer) bandera escocesa, el país que nos acoge.

Pasamos al interior: La mesa está perfectamente dispuesta, con los dos quesos de Mull en el centro: Uno de whisky y el otro de pimienta.

El programa para hoy, ya descartada la (larga) excursión a Carsaig Arches, es la visita a la isla de Iona.
Antaño fue centro del monasticismo irlandés, hoy en día también es lugar de retiro para algunas personas y comunidades ecuménicas.
Isla pequeña (1,6 x 5,6 km.) y tranquila, con una población de 125 habitantes. Hay muy pocos coches: los vehículos de los no residentes no están autorizados.

Tengo documentadas dos posibles excursiones:
Una al norte de Iona, para subir al monte Dùn, de 101 metros, desde lo alto del cual se puede admirar la isla.
La otra, primero al este y luego al sur, para ver un par de bonitas playas y una antigua cantera de mármol. En una de esas playas es donde se supone que en el siglo VI desembarcó San Columba, auto-exilado de Irlanda. Fundador de un monasterio que jugó un importantísimo papel en el nacimiento del cristianismo en Escocia e Inglaterra.

Pero David y las niñas lo tienen claro. Hoy toca paseo tranquilo. Haremos de turistas, no de excursionistas. Nos limitaremos a ver la población de Baile Mòr (la única de la isla), la abadía, y algunos restos de iglesias y piedras. Haremos fotos. Ni siquiera nos llevaremos bocadillos, habrá establecimientos a nuestro alcance para cuando los necesitemos.

No tengo nada que objetar, opino como ellos. A partir de ahora (en las islas Uist) tendremos abundantes ocasiones para ver bonitas playas, típicas de las Hébridas, extensas y solitarias.

La marea está baja. Mientras David y yo recogemos, las niñas sacan a Mateo a dar un paseo por zonas de arena que ayer estaban cubiertas de agua.

Nos disponemos a salir del camping.
Nos detenemos en el bloque de servicios.
Rellenamos el agua que cabe en el depósito y en los bidones.
Una señora me pregunta por Mateo. Nos debe haber visto desde lejos, ya que ahora Mateo está dentro de la autocaravana y no se le ve. Le hacemos bajar de la autocaravana.
La señora me cuenta que ella y su marido han vuelto a Fidden Farm años después de haber pasado aquí tres semanas con sus hijos, entonces pequeños (ahora ya no viajan con ellos). Repitieron otra vez hace diez años, y a su parecer el lugar sigue siendo igual de bonito que entonces. Realmente, todos somos clientes satisfechos.

Preguntamos dónde podemos vaciar grises, y nos indican un punto alejado, fuera de la granja, donde ondea una fotogénica bandera pirata.
Ayer, cuando pasamos por aquí, pensé que la bandera pirata sería de alguna camper o autocaravana instalada fuera de la granja, ya veo que no...
Aprovechamos la ocasión para volver a vaciar un cassette. Estrictamente no lo necesitamos. Pero no sabemos cuándo volveremos a tener tanta facilidad.
El lugar es un tanto atípico para hacer fotos, aunque la bandera es simpática y las niñas posan ante la cámara.

Salimos a las 11:08, con 22,6 ºC de temperatura exterior. El cuentakilómetros marca 96.834 km.
Llegamos a Fiohnport. Pasamos frente a un aparcamiento gratuito repleto de coches, aunque nos tememos que si aparcamos allí alguien pueda bloquearnos la salida. Preferimos usar el amplio Pay & Display de ayer.

Nos ponemos en la cola de embarque de pasajeros. Pasa un cobrador para expendernos los billetes. Cogemos ida y vuelta. Hay pasajeros de varios autocares, que llegan sin cesar. Algunos se quedarán en tierra, no cabemos todos en este barco.

La travesía es cortísima, sólo dura 10 minutos. Solamente 1,6 km. separan Iona de la isla de Mull. Hoy no nos tomamos las pastillas anti-mareo, ni siquiera a nosotros nos hacen falta!

Desembarcamos en Baile Mòr. El sol brilla y potencia los colores de los marcos de ventanas, puertas, mobiliario de jardín, objetos cotidianos. Las cámaras fotográficas empiezan a trabajar...

Necesitamos unos sellos. Pasamos por la oficina de correos, curiosa y fotogénica donde las haya. Aquí se venden postales donde aparece la propia oficina de correos. Nos llevamos una como recuerdo, aunque esta vez nuestras fotos también juegan con el sol a favor.

Y ahora vamos a ver piedras: Entramos en las ruinas del antiguo convento de monjes agustinos. Lugar tranquilo y evocador de otros tiempos, cuyos jardines invitan al paseo relajado.
Pasamos junto a la escuela de educación primaria, en la que hay un simpático huerto con varios espantapájaros.

El camino discurre junto a la iglesia parroquial, un hotel y algún otro establecimiento hasta llegar a la abadía.

Pagamos entrada y nos informan de que Mateo sí puede entrar en el recinto de la abadía, pero no en el interior del edificio. Disponen de un "parking" para perros junto a la puerta de entrada, en el que hay un par de cuencos con agua. Dudamos de si dejar a Mateo allí solo. Él estará inquieto, nosotros también, y a la vista de unos nubarrones negros preferimos estar con él por si hay que correr debido a una repentina lluvia. O sea que haremos la visita en turnos de a dos. Hoy no hay prisa.

Primero entran David y Xènia. Aina y yo tomamos asiento en unos bancos del jardín, contemplando las 3 preciosas cruces celtas junto a las que hemos pasado al entrar. Son las únicas que quedan, de 360 que hubo y que fueron arrasadas por raids vikingos. Tanto silencio y quietud nos adormecen.
Cuando Xènia regresa de la visita, me pide entrar con Aina y conmigo otra vez...ha visto algo en la tienda. O sea que dejamos a David con Mateo, y entramos en la tienda las tres. Allí nos encontramos con Iona, la vaca de las Highlands que acompañará a Aina a partir de ahora. Además de unos calendarios que lucirán en la cocina durante el 2012, unas pulseras para las niñas, y unas postales.

Aina y yo continuamos la visita por el claustro y la iglesia. En una capilla lateral (esquina del silencio) hay un montón de “post-it”s pegados a un crucifijo, entre los cuales el que hace un rato ha escrito David, con buenos deseos para toda la familia. Pago el donativo, él no llevaba monedas.

[EvaV]

(Segunda parte, fotos extra)


Nos reencontramos todos en el jardín.

Entramos en la antigua enfermería, donde actualmente se encuentra el museo de la abadía. Allí se exhiben algunas de las más valiosas lápidas del cementerio, en el que han recibido sepultura numerosos personajes notables, incluyendo reyes de Escocia, pero también de Irlanda, Francia y Noruega. Se dice que Macbeth también fue enterrado aquí. También se expone una cruz celta muy trabajada, totalmente fragmentada.

Fuera hay un grupo de jubilados franceses, le dicen cosas a Mateo. En realidad todos los visitantes de la abadía le dicen cosas, en francés, inglés, alemán …Hay quien reconoce la raza, quien ha tenido San Bernardos, quien tiene amigos propietarios de Boyero de Berna, etc.

Estamos junto al mar y alguien alerta de delfines a la vista en la lejanía, siguiendo a un par de lanchas neumáticas.

Después del revuelo causado por el avistamiento, salimos del complejo, no sin antes visitar la bonita capilla de San Odhrain, del siglo XII que está junto a la abadía. Allí se encuentra el antiguo cementerio.

De regreso hacia el ferry, pasamos frente a una agradable terraza. Es el jardín del hotel St. Columba. El césped está impecablemente recortado, y las mesas dispuestas frente al mar, en ligera pendiente hacia el mismo. La clientela toma el té. Es un mirador perfecto hacia Fiohnport.

No hemos almorzado y es hora de merendar. No hay mesa libre, pero sí un banco de madera, donde nos instalamos. Cervezas, shortbread caseros con mermelada, refrescos...Hemos pedido dentro, una camarera nos lo sirve fuera.
Al poco queda una mesa libre y nos trasladamos allí, tras hacernos notar entre todos los presentes cuando Mateo hace amago de salir por piernas tras un gato, pese a estar atado por la correa a la pata del banco.

Las niñas experimentan que marmalade no es lo mismo que jam, y la primera que les sirven es una mermelada amarga de naranja, que a mí me encanta, pero ellas prefieren la fresa dulce.

Tras un relajado rato en este rincón, regresamos hacia el ferry, donde entablamos animada conversación con una pareja austríaca, a raíz de Mateo (como ya viene siendo habitual...). Preguntan si Mateo suelta mucho pelo, qué trámites hemos tenido que hacer para entrar con él en UK, y qué viajes hemos hecho con él. Se interesan por saber dónde dormiremos hoy y en general por nuestra forma de viajar.

Ya en la autocaravana, David ordena chaquetas y mochilas mientras las niñas y yo nos vamos a una cercana pequeña tienda de comestibles, hay que reponer alguna cerveza y aperitivos.

Reanudamos ruta. Tenemos una tarde soleada, los paisajes se suceden y de vez en cuando nos paramos y admiramos las vistas de lagos y valles glaciares, bañados por esa luz especial que sólo encontramos en tierras del norte.
Vemos un coche detenido, y a lo lejos está el motivo de su parada: un gran ciervo con una impresionante cornamenta.

Poco a poco nos aproximamos a nuestro destino. La pernocta prevista para hoy está motivada por los comentarios de una pareja de camperistas que estuvieron encantados en este lugar una noche con claro de luna, con un espectacular reflejo plateado sobre las aguas del Loch Buie. Además vieron delfines en estas aguas tranquilas.

Aunque no he conseguido localizar exactamente el lugar. Esa zona aparece con poca resolución en Google Earth. Tengo coordenadas de lo que me parecen dos parkings tentativos.

Cuando dejamos la carretera principal y tomamos el desvío, desaparece todo el tráfico. Es una carretera estrecha. Bordea un enorme lago de agua dulce (Loch Uisg), al final del que vemos grandes y temibles nubes de midgies volando frente a la autocaravana.

La carretera se aproxima al mar, y se va dividiendo en ramales cada vez más pequeños, de tierra, con aspecto de caminos de acceso a fincas. Seguimos las indicaciones del TomTom. Si no nos gustara la primera alternativa, iríamos a por la segunda.

El camino cada vez es más estrecho, las ramas de los árboles a veces están muy cerca del lugar de paso, hasta un punto en el que pasamos encajonados entre una pared rocosa a mano derecha, y un murete quitamiedos en el lado mar (izquierdo) del camino. Acabo sufriendo bastante al volante. Continúo adelante, como si supiera a dónde voy...Llegamos a lo que ya nos parece el final del camino, a partir de aquí nos meteríamos en el camino de una casa.

Estamos frente a una bahía, acompañados solamente por unas cuantas ovejas y unos cuantos midgies (aunque no son nubes como las que hemos visto por el camino). Es una idea algo excéntrica, no es necesario ir tan lejos y por un camino tan estrecho para alejarse de todo, aunque el lugar es bonito.

Contrariamente a lo que me temo, David está encantado con la elección. Un rincón remoto y tranquilísimo, inmerso en un profundo silencio, con el mar frente a nosotros. La sensación es de gran soledad, nos recuerda una noche pasada junto al Pacífico el verano pasado.

Bajamos a dar un paseo y a tomar unas fotos, aunque antes nos armamos con todo lo que tenemos para ahuyentar a los midgies (dudo de que tuviera ninguna efectividad, pero algo había que hacer). Pulseras anti-mosquito, repelente químico, sombrero con red, y parches anti-mosquito para la ropa de cama. Hay suerte, y cuando salimos nos topamos con pocos midgies. Yo soy la única que me mantengo con el sombrero de malla puesto, aunque no parece muy necesario.

Preparamos una cena a base de black pudding, que servido a rodajas calentadas en el microondas está impresionante. Y tortilla de atún, Xènia bate los huevos.

El silencio es absoluto: si nos callamos incluso oímos el romper de las burbujas del cava…

Escribimos algunas postales y Aina nos prepara un juego de mesa, aunque no podemos extendernos mucho, mañana toca madrugar para coger un ferry.

Antes de irnos a dormir, David y yo todavía sacamos a Mateo a pasear. Hay una gran oscuridad y llevamos una linterna, aunque los ojos se acaban acostumbrando si la apagamos. Sólo se ven, a lo lejos, las luces de una ventana de la casa vecina, que es un alojamiento para turistas. Y se oye el rumor del mar. Aunque no tenemos la suerte de ver un claro de luna que convierta a estas aguas en el mar de plata que nos ha traído hasta aquí.

Pero es un bonito final para nuestro periplo por la isla de Mull.
**************


Souvenirs Iona: 42,49 libras
Tickets Iona Abbey: 17,60 libras
Ferry Iona: 13,50 libras
Sellos postales: 3,80 libras
Parking Pay & Display: 4 libras
Bar hotel St. Columba: 8,75+3,40 libras
Supermercado Fiohnport: 14,26 libras
Oferta deseo iglesia Iona: 1 libra

[matrix]

Eva...tu jornada de hoy me ha parecido muy relajada, igual es por ser domingo hoy ... pero os leido e imaginado con mucha paz... no quiere decir que otras veces no, pero ésta ha sido distinta. La foto en la que estais lo4 con la abadia al fondo es muy bonita, de marco.
Otra cosa, como puedes llevar 2 opciones de parquing si no se ve un carajo en el google earth??

[EvaV]

Marta, efectivamente fue una etapa relajada. En realidad, es lo que intenté para los 15 días en islas y Applecross.

Falta alguna foto de la merienda, pero por error en la sensibilidad de la cámara, no son lo buenas que deberían. Adjunto un par.

Y efectivamente, no se ve un carajo en Google Earth, éstas son las dos opciones que imaginé para la pernocta, fuimos al punto "B", pero quién dijo fácil?

http://maps.google.es/maps?saddr=56.355598,-5.870991&daddr=Carretera+desconocida&hl=es&ll=56.350605,-5.856743&spn=0.064491,0.181789&sll=56.350605,-5.856743&sspn=0.016123,0.045447&geocode=FQ7rWwMdcWqm_w%3BFbbSWwMdANGm_w&vpsrc=6&mra=dme&mrsp=1&sz=15&t=h&z=13

[matrix]

Con google maps he visto carretera o camino y he imaginado alguno de los posibles destinos...sobre todo el de Laggan Lodge. Suerte que alli anochece tarde y se puede llegar con luz... que si no..
Una pregunta.. tuvisteis que poner "algo" para las luces de los faros de la ac?? para no deslumbrar??

[EvaV]

Hola, Marta,

En el 2007 algunos conductores se enfadaron con nosotros por no llevar correctores para los faros.
Este año no caímos en la cuenta, y nadie nos dijo nada. En la tienda del ferry de regreso (demasiado tarde) vimos adhesivos correctores para los vehículos de Gran Bretaña en viaje a Europa continental, y para los vehículos italianos y alemanes
O sea que no te sé decir qué es lo que habría que hacer, nosotros no hicimos nada especial. Por suerte, como dices, anochecía tarde y casi siempre llegábamos a los sitios con luz de día.

[matrix]

Es que los vi en el viaje de vuelta de Londres en Mayo... y , claro, ahora no sé... y tampoco tengo intención de conducir hasta tarde... bueno, sobre la marcha. Gacias.

[Mikel O]

Eva
La verdad es que por fin teneís una jornada tranquila. Tiene buena pinta la excursión, supongo que simplemente ante las reducidad dimensiones de la isla, anima a relajarse.
Matrix. Nosotros es la primera noticia que tenemos de lo de los correctores para las luces de la auto. Nadie nos había mencionado nada y la verdad es que no tuvimos problemas, ya se que no es lo mismo que de noche, pero utilizarás bastante las luces dado los días oscuros y lluviosos.

[Zaran]

KoldoS, Eva... fabulosos relatos y fotos! Especialmente la de los lagos de koldos, los caminitos de Eva...

[tiramillas]

Leer este post me lleva a recordar el verano!!
Nsotros hemos hecho simplemente una " vueltecilla" por Inglaterra y una breve incursión por Escocia ( ya que la visitamos hace 20 años) y nuestra hija nos pedía vivistar Edimburgo , esta vez la hemos redescubierto bajo "su mirada ".Ella no queria irse de Edimburgo. En cada recodo de la ciudad había un espectáculo. La royal mile y las calles adyacentes se convirtieron en un gran teatro callejero, con compañias alternativas que lo daban todo .Bajo el manto gris de nubes traicioneras el color , el sonido y la ilusión se apoderanron de nosotros dándonos un calor especial. Parecía un parque temático del arte.
Estoy de acuerdo con alguien que dijo en su dia que la isla tiene para mucho,es más cada condado tiene para unas largas vacacionesA nosotros se nos han quedado muchas cosas por ver.Asi tenemos una escusa para regresar nuevamente.
Esta vez hemos disfrutado de cada lugar el tiempo que hemos necesitado,y ausn asi creo que me hubiera quedado más tiempo en muchos de ellos.
Alguien decía que los alrededores de Londres eran un caos, lo ratifico, al igual que la propia ciudad. Según a que horas el metro va abarrotado, incluso hemos hecho cola para entrar...imaginaos para las olimpiadas...yuyu.
Las granjas son muy buena opción para dormir tranquilos muchas de ellas se encuentran a unos pocos km de las ciudades o poblaciones.Merece la pena si sois mal dormidores como yo jajajaj.No me gusta dormir al lado de carreteras ruidosas.
Estoy terminando mi relato, pero igual no os servirá ya que nosotros hemos visitado pocos museos y castillos puesto que ya lo habíamos hecho en su día y el viaje estaba organizado para que nuestra hija disfrutara de todo lo que a ella le hacía gracia.
Ha sido un viaje básicamente organizado para una adolescente de 15 añs.ejemy la verdad es que nos ha encantado!!
Un besito!
Mª José

[matrix]

Tiramillas... todos los viajes ayudan a organizase a cada uno que busca informacion. Pues puedes dar ideas que, de otra manera, no se hubieran descubierto. Por aquí hay unos cuantos que no gustan de grandes ciudades, yo me incluyo, aunque como dices, hay edades en los çque los hijos mandan... o piden.. como le ha ocurrido a Eva con Londres, y como me ocurrirá a mi con la misma ciudad el año que viene.
Es un precio que con gusto pago para que ellos vengan contentos de vacaciones con nosotros... que no se cuánto me queda de ellos.
así que yo sí espero tu relato.