Escocia 2011: Relatos de viajes

[KoldoS]

Koldo
Menuda diferencia con el sol. Nosotros también tuvimos una tarde radiante en Dunkarsby bay, ya verás las fotos cuando toque. Además visitamos y pernoctamos en un punto anterior realmente impresionante.
Argazkiak arras politak

Nosotros es que no íbamos buscando lugares para dormir. Ibamos de cabeza a dormir en Duncansby head, ya que habíamos leído que no estaba prohibido. Por eso me fastidió tanto. Bueno, y por que el lugar es alucinante.

Egia esateko, holako lekuetan ezin argazki itsusiak egin.

[KoldoS]

Blairgowrie – Stonehave – Aberdeen -Maryculter

Cachis!!! Ya sabía yo que las Caingorms tenían buena pinta. Aunque nosotros teníamos previsto pasar por su parte norte.

A mi también me dan tristeza esos paisajes de grandes desmontes en las pistas de ski. Como no soy de esquiar, suelo ir en verano y la verdad es que da pena. Pero, por ejemplo, en Suiza no vi nada de eso. En las dos zonas que recorrimos (Interlaken y Fiesch) utilizamos los teleféricos y telecabinas de las estaciones, pero el paisaje era delicioso, no se veían esos destrozos. No sé si es que son estaciones viejas y ya se ha recuperado el entorno, si las pendientes naturales ya eran apropiadas para ser utilizadas como pistas o si los suizos hacen las cosas de otra forma (bien hechas, quiero decir), pero en las que he visitado de Francia y España los movimientos de tierra siempre eran (lamentablemente) bien visibles.

Izugarria gazteluaren ingurua. Hurrengorako apuntatzen dot. Eta behetik egindako erretratuak, oso politak.

Je je, nosotros también somos unos asiduos ojeadores de libros y postales en las oficinas de turismo.

Por cierto, me parece a mí que en poco tiempo no le sigues a Leire.

PD. Me ha encantado la primera foto de la primera txanda. Ese paisaje con esos cardos en primer plano. De postal.

[KoldoS]

Matrix

Lo malo sería no tener muchas cosas donde escoger. Teniendo en cuenta la climatología escocesa, llévate muchas alternativas y vas decidiendo sobre la marcha. Ya que es seguro que un buen porcentaje de ellas no las podrás hacer como quisieras, porque justo te toca lluvia, viento o ambas cosas.


Zaran, Neus

Gracias a vosotros por seguirnos y aguantar nuestras chapas.


Famila Telerin

Creo recordar que era en el relato de jota, donde decía que la frecuencia de saltos era muy escasa. Nosotros tuvimos suerte. Debía de ser la época justa, porque eran continuos. Así es que no fue difícil pillarlos. Al menos en la cascada grande, porque en las escaleras era tan poco el tiempo de duración de los saltos, que casi ni te daba tiempo a verlos. Como para pillarlos con la cámara. Además, y creo que los salmones no son ****** y cuando te acercabas a la escalera para pillar la foto, dejaban de saltar.

John O´Groats no tiene nada. Solo que es la puerta de entrada a Duncansby Head y que de allí salen las excursiones en barco. Si no vas a hacer éstas últimas, no merece ni entrar (a Duncansby se accede por un desvío que sale antes de entrar al propio pueblo).


Echobelly

Ninguno de esos dos destinos se van a mover de sitio. Así es que una año a uno y el siguiente al otro. Elijas el orden que elijas, los vas a disfrutar.

[Mikel O]

Koldos
Sí que es cierto que desde Dunkasby se ven las islas Orcadas, y ya se verá en el relato, cuando nos toque, puesto que en alguna foto se ven con claridad, no parece que estén a demasiada distancia. Creo recordar que se podían apreciar islas e islotes.

[KoldoS]

En el norte del norte

Día 13 (sábado)

Huna – Duncansby Head – John O´Groats (Wildlife Cruise) – Dunnet Head – Sandside bay – A836

Recorrido día: 79 km (Total acumulado : 1782 km)
Huna – A836 – Duncansby Head – John O´Groats – A836 – Dunnet Head – A836 – Sanside bay – A836


La señora del camping nos da un folleto de excursiones organizadas desde John O´Groats. Las de todo el día a las Órcadas tienen buena pinta, pero salen muy temprano y nos da miedo embarcarnos en algo de tanta duración de lo que no podamos salir si nuestro hijo se aburre. Así es que optamos por una excursión de 90 minutos para ver la vida salvaje de la zona (http://www.jogferry.co.uk/wild.htm).

Como la excursión es después de comer, volvemos a Duncansby Head a completar el paseo de ayer. Al llegar nos encontramos con una pareja de Abaltzisketa que viajan en furgoneta. Me paro a hablar con ellos y me dicen que se ven focas desde los acantilados (lerro hauek irrakurriz gero, goraintziak Bizkaialdetik, espero dot bidaia oso disfrutatu izana). Así es que hacia allá que nos vamos con prismáticos y todo.

Llegamos hasta los stacks y volvemos a admirar lo bonito del entorno. No tenemos la misma luz de ayer por la tarde, pero esas landas salpicadas de ovejas de cara negra, esos acantilados de verticales caídas y las caprichosas formas de los stacks, siguen ofreciendo unas vistas impresionantes. De hecho, me atrevería a decir que es uno de los lugares que más nos han gustado.

Pero de las focas ni rastro. Por más que miramos entre las rocas, no vemos nada. Hasta que en un momento dado, mi hija empieza a gritar y a dar saltos. Ha visto una roca que se movía. Y no, no era una roca. ¡Era la cabeza de una foca! A su alrededor se ven más cabecitas que entran y salen del agua. La verdad es que hay unas cuantas. Lo que hace el no saber, nosotros las estábamos buscando en la orilla y resulta que estaban nadando en nuestras narices. Mi hija está que no cabe en sí y no le faltan razones. Después de los salmones y de la cierva de ayer, hoy hemos visto focas, y además ha sido precisamente ella quien las ha encontrado.

Todo emocionados, seguimos nuestro paseo hasta más allá de los stacks y vamos parando cada dos por tres a ver más focas y a sacar fotos de los acantilados, de los cardos, de las ovejas y de lo que sea. Al final, también vemos algunos grupos de focas descansando en peñascos que apenas sobresalen del mar.

Satisfechos, volvemos a la AC y nos acercamos a John O´Groats. Allí aparcamos en el amplio “No Overnight Parking” del pequeño puerto y vamos a contratar la excursión Wildlife Cruise (37,5 £ el billete familiar). Sale a las 14:30, así es que tenemos tiempo para comer en la AC y para tomarnos un café.

Al parecer la excursión tiene dos variantes, que se realizan en función de las condiciones del mar y de las mareas. La que nos toca a nosotros consiste básicamente en dar la vuelta a la cercana isla de Stroma, que se haya justo frente a la costa, en el Pentland Firth o lengua de mar que separa las Órcadas de la Gran Bretaña. Durante la travesía tenemos ocasión de ver una gran cantidad de aves y numerosos grupos de focas. Objetivo cumplido. Lástima que en esta época no haya ya frailecillos, es lo que nos hubiera faltado para completar el día. También vemos la punta de Duncansby y su faro desde el mar. Y en la parte sur de Stroma, hoy deshabitada, hay pequeñas edificaciones que indican que la isla tuvo en tiempos una considerable población estable. La mayoría están en ruinas, pero otras parecen mantenerse para labores de pastoreo, ya que las landas de alrededor están llenas de ovejas.

El estupendo día de ayer ha dado paso a un día mucho más tristón, que amenaza un cambio de tiempo. Pero de momento aguanta y hemos podido disfrutar de la excursión (eso sí, bien abrigados, que la brisa marina pega fuerte). Y para los que se marean, un aviso. La travesía es tranquila, pero en un punto de la misma parece que se juntan dos corrientes de agua, porque daba la impresión de que allí habían puesto una hélice que removía toda el agua. Aunque no duró mucho y en poco tiempo salimos de la corriente, algunos pasajeros no lo pasaron muy bien en ese punto.

Regresamos al puerto y desembarcamos. Los primeros en hacerlo son unos padres, ya mayores, que viajan con su hijo, afectado por una parálisis cerebral y que va en una silla de ruedas muy aparatosa. Para salvar obstáculos como el del bordillo del barco y poder alcanzar la rampa del muelle, ellos llevan incluso una mini rampa plegable. Realmente admirable. Estas personas son las que nos recuerdan que los obstáculos son menores si se afrontan con determinación. Se niegan a que su hijo tenga que quedarse en casa o que no pueda hacer estos viajes, y se lanzan a superar todo lo que se les ponga por delante. Sinceramente, me gustaría poder seguir estos ejemplos y llegar a esas edades viajando así.

Una vez en tierra, damos un paseo por el pueblo con más calma. En realidad se trata de una pequeña población de casas desperdigadas, cuyo centro gira exclusivamente en torno al puerto y al trasiego de turistas que van y vienen de las Órcadas. Como notas curiosas, nos llaman la atención la “última casa” de Escocia (se supone que en este extremo de la gran isla) y un letrero, que incide en eso mismo (First & Last) y que marca las distancias a otros señalados puntos como el polo norte o Londres. Así, nos enteramos también de que hay 876 millas (1410 km) de punta a punta de Gran Bretaña y solo 6 hasta a las islas Órcadas.

Bueno, ya hemos cumplido los objetivos del día. Pero son poco más de las 16:00 y tenemos luz para rato. Así es que nos ponemos en marcha y tomamos la A836, que recorre la costa norte de Escocia, de una punta a otra. Un poco antes de llegar a Thurso nos desviamos a Dunnet Head. Hoy hemos empezado el día en la punta noreste de Escocia (Duncansby) y no vamos a dejar pasar de largo la oportunidad de llegar a su punta más septentrional (Dunnet). Como dice mi tripulación, este año parece que me he empeñado en llegar a todas las puntas que encuentro en el mapa. No es del todo cierto, pero sí que hemos llegado a unas cuantas.

Para llegar al faro se recorre otra pequeña carretera de passing places con bastantes curvas. El parking luce el omnipresente cartel de prohibición. Pero justo antes de pasar la valla de entrada, hay una zona en la que supongo que se podrá pernoctar sin incumplir ninguna prohibición. Tampoco nos preocupa de momento, porque tenemos intención de seguir hacia el oeste.

Desde el parking del faro damos un pequeño paseo hasta un punto panorámico en el que hay una mesa de orientación. Desde allí vemos perfectamente Duncansby head y la isla de Hoy (Órcadas). Y lo que es más impresionante, el Old Man of Hoy es perfectamente distinguible. Entre él y nosotros tenemos incluso una lengua de tierra de la propia isla de Hoy, pero la altura de ese monolito natural es tal, que su parte superior sobresale por encima de dicha lengua de tierra y la podemos ver desde aquí sin dificultad. Si la mesa de orientación no lo identificase, no me lo hubiera imaginado. Ciertamente, tiene que ser impactante verlo de cerca.

De allí retomamos la marcha hacia Thurso, en la que ni entramos. Lo que sí hacemos es parar a fotografiar unas vacas de las highlands. Las que vimos en el loch Katrine iban al trote y casi no pudimos ni enfocarlas. Pero éstas están pastando tranquilamente y no tienen inconveniente en posar para nosotros.

Algo más adelante llegamos a Reay y nos metemos a ver Sandside bay. Como siempre que abandonamos la carretera principal, nos metemos por otra estrecha carretera de un solo carril y passing places. La verdad es que ya les estoy perdiendo el miedo, una vez comprobado que los apartaderos están siempre a la vista y que no hay problema para cruzarte con otros vehículos.

Cuando llegamos a la pequeña zona de parking, nos llevamos otra desilusión. Son las 19:00 pasadas y hemos pensado que quizás podríamos pernoctar aquí. Pero los lugareños ya han pasado a poner el cartelito de marras. Dado que en esta zona los hemos visto por todas partes, no es que sea una sorpresa, pero esto está lo suficientemente a desmano como para pensar que quizás aquí no lo encontraríamos. En fin, qué se le va a hacer.

De todas formas, en este caso el “No Overnight” nos parece un mensaje inofensivo. Cuando bajamos de la AC y nos encaminamos a la playa, nos damos de cruces con otro letrero. Éste sí que acojona de verdad. Al parecer en la playa se han encontrado partículas radiactivas que no son distinguibles a simple vista. No sé si es una estratagema de las autoridades locales para evitar a las AC que ignoran la prohibición, pero nosotros salimos de allí pitando. Eso sí, no sin antes sacar un par de fotos a la contaminada, pero bonita bahía.

Bueno, la cosa es que tiramos para delante y acabamos parando junto a la carretera, en un pequeño trozo de asfalto perteneciente a un viejo trazado que ahora ha quedado sin uso. Justo en frente de un cruce en el que ha instalado su tienda de campaña una pareja que viaja en coche. Es, quizás, el peor de los sitios en los que hemos dormido. Aunque, a decir verdad, dormimos tranquilos, ya que hay muy poco tráfico y los dos metros que nos separan de la carretera son suficientes para no notar el rebufo de los pocos que pasan.


Gastos día:

- Gasoil: 57,49 € (48,47 £ a 1,479 £/l, para un consumo de 13,77 l/100km)
- Wildlife Cruise (billete familiar): 44,48 € euros (37,5 £)
- Postal: 0,57 € euros (0,5 £)


Total gastos día: 102,54 €
Total parcial: 2142,29 €

[KoldoS]

El norte del norte II

Más fotos del día 13

[KoldoS]

Primer día de playa

Día 14 (domingo)

A836 – Strathy Point – Coldbackie – Kyle of Tongue – Loch Eriboll

Recorrido día: 79 km (Total acumulado : 1861 km)
A836 – Strathy Point – A836 – Coldbackie – A836 – Kyle of Tongue – A836 – Loch Eriboll


Hoy hemos amanecido lloviendo. Ya está aquí el cambio de tiempo que ayer se intuía. Esperemos que vuelva a cambiar pronto. Por cierto, hace tres días que no notamos la presencia de los molestos midges. Ignoro si es que en esta zona no son habituales, o si la climatología muy cambiante que hemos tenido aminora su presencia.

Para cuando nos levantamos, nuestros vecinos ya han volado. Estamos solos y casi no pasan coches. Pero cuando estamos desayunando, oímos un claxon y vemos pasar una AC. No nos ha dado tiempo ni a ver cómo era, pero pronto sabremos quién ha sido.

Nos ponemos en marcha y a menos de 1 km pasamos el cruce con la A897, que se dirige al sur. A partir de aquí, la A836 se estrecha y pasa a ser una sucesión de tramos de passing places. En adelante esa será la tónica del viaje. Hasta llegar a Fort William, y cerrar el círculo, alternaremos carreteras estrechas de un carril por sentido y carreteras de passing places con un solo carril para ambos sentidos. Pronto nos acostumbraremos ellas y después las echaremos de menos.

Al de poco llegamos a nuestra primera parada del día. Y cómo no, se trata de otra punta con faro: Strathy Point. En este caso, la carretera pública no llega hasta el propio faro y muere en un pequeño “No overnight parking”. Allí aparcamos junto a unos alemanes que viajan en dos camiones de bomberos reconvertidos. Me imagino que en los atascos se abrirán paso a sirenazo limpio. No está mal pensado.

La lluvia sigue cayendo, pero qué le vamos a hacer. Esto es Escocia y nadie nos ha engañado, sabíamos a donde veníamos. Así es que nos protegemos y, como bien dice Mikel, salimos con todo el kit de lluvia (chubasqueros, pantalones impermeables, paraguas…). Afortunadamente, la lluvia es constante, pero fina, y no nos lo pone muy difícil.

Un camino asfaltado nos lleva en poco tiempo hasta el faro, pasando junto a una granja con ovejas. El verde de los prados, hoy más apagado por la falta de luz, lo domina todo y se prolonga hasta casi caer por el acantilado. Y en una pequeña laguna, alguien ha puesto un pequeño faro en miniatura. La verdad es que no se puede decir que sea una punta espectacular, pero el paseo nos pareció muy agradable, a pesar del mal tiempo. Y, además, fue aquí donde coincidimos con Lofini. Tuvimos ocasión de charlar un rato sobre nuestras rutas y de comentar lo que habíamos visto hasta el momento. Fue así como supimos quienes habían pasado junto a nosotros esta mañana (un saludo desde aquí).

Tras despedirnos, continuamos nuestra marcha por la costa norte. Para nuestro gusto, y en lo que hace referencia al paisaje visto desde la propia carretera, es a partir de aquí donde empieza lo mejor de la A836. La carretera ofrece paisajes variados, con bonitas vistas. Ahora discurre paralela a la costa o bordeando estrechas y profundas entradas de mar (los lochs marinos) y ahora se mete hacia el interior, atravesando páramos y colinas salpicadas de lagos (los lochs interiores). Y como la velocidad por estas carreteras es muy baja (¿50-60 km/h?), vas disfrutando del paisaje con toda tranquilidad (eso sí, no vayas con prisa). Lástima que las nubes y la lluvia no nos dejen verlo con más claridad. Aún así, nos gustó y nos recordó en parte a la sensación de naturaleza cuasi virgen que vivimos en Noruega. No es que sean paisajes similares, pero se atraviesan también zonas con poca o nula presencia humana.

A la hora de comer llegamos a Coldbackie y paramos en un recuchu de la carretera, justo a la salida del pequeño pueblo. Allí comemos y vemos pasar de nuevo a Lofini. También vemos como algunas personas bajan por un pequeño sendero que sale de allí mismo y desciende hacia el mar. Como la lluvia nos da una tregua, decidimos bajar nosotros también (por supuesto, con las sillas nuevas a cuestas).

El sendero baja rápidamente entre helechos, hasta alcanzar la zona de dunas. Éstas tienen un tamaño considerable y están cubiertas por vegetación. ¡Cómo se nota que no viene mucha gente! Esa vegetación ha crecido libremente, sin necesidad de que acoten la zona de dunas. Vamos, como por aquí.

Tras las dunas descubrimos una bonita playa, de arena blanca y fina. La playa está dividida en dos zonas por una roca que hace de improvisada atalaya. Allí plantamos las sillas y pasamos un rato vigilando si llegan piratas. Como parece que hoy no vienen, los niños van en busca de aventuras y encuentran la cueva del tesoro. Para ellos fue todo un éxito, aunque yo hubiera preferido que encontraran una cueva del tesoro……. con tesoro incluido.

Tras la aventura, volvemos a subir hasta la AC y reemprendemos la marcha. En poco tiempo alcanzamos la cercana Tongue y descendemos sobre el Kyle of Tongue con unas bonitas vistas de esta entrada de mar. Entrada cuyo inicio veíamos ya desde Coldbackie. Pero en este caso no hay que bordear la bahía, ya que la carretera discurre sobre un dique que lo cruza de lado a lado. Tal y como decía Jota en su relato, al inicio de ese dique hay un parking libre de prohibiciones.

Allí paramos un momento y observamos el paisaje. Desde aquí, no se ve la salida al mar, porque las islas de los conejos (Rabbit islands), situadas a su entrada, protegen y casi cierran la bahía. Aprovechando que sigue sin llover, sacamos unas fotos con una ambientación muy escocesa: el agua azul-verde salpicada de algas con tonos amarillos, las montañas siempre presentes y todo ello coronado por un cielo cerrado y oscuro que amenaza tormenta.

Por cierto, por esta zona hemos dejado de ver los dichosos letreros prohibitivos que antes veíamos por todas partes. Afortunadamente, esto es algo que seguirá así en adelante y prácticamente se mantendrá hasta el final de nuestro periplo por tierras escocesas. De hecho, al acabar las vacaciones tendremos una percepción sobre el tema de la pernocta libre muy diferente a la que nos habíamos hecho hasta este momento del viaje. A partir de aquí, encontraremos aún algún “No overnight”, pero ya no serán generalizados y se limitarán a parkings concretos. Vamos, que no será difícil encontrar un parking o lugar donde pernoctar sin prohibiciones.

Pasado el Kyle of Tongue, la carretera vuelve a subir y se mete hacia el interior, atravesando una zona bastante inhóspita, hasta bajar otra vez para alcanzar el loch Eriboll.

Ya ha empezado a llover y volvemos a estar envueltos por una fina cortina de agua que difumina el paisaje y provoca una considerable disminución en la intensidad de la luz. El paisaje pierde mucho colorido, pero aún así el loch Eriboll nos parece un lugar encantador. Tanto que nos da pena pasarlo con este tiempo y decidimos acabar el día aquí. Aún son las 18:00 y es pronto, pero estamos ya cerca de nuestro gran objetivo de mañana (el cabo de la ira) y pensamos que quizás mañana podamos ver todo esto con más luz. Creemos que lo merece y nos disponemos a pasar unas horas de relax. Tampoco es mal plan.

Tomada la decisión buscamos un lugar donde parar y lo encontramos en el cruce a las ***** Cottages. El nombrecito se las trae y no es más que un recuchu, pero está en medio de la naturaleza y no nos apetece buscar nada mejor. Una vez situados, nos planteamos salir a dar un paseo, pero los niños prefieren quedarse en la AC jugando y se niegan a salir con este tiempo. Así es que mi mujer y yo nos turnamos para dar un relajante paseo bajo la lluvia.

Salgo yo primero y doy un paseo hasta el río por la propia carretera. Es curioso, pero en gran parte de Escocia es imposible dar un paseo campo a través. Solo es posible hacerlo por los caminos o carreteras. Principalmente por dos motivos. Primero porque, aunque estés en medio de la nada, prácticamente todo el campo está vallado (supongo que será por el ganado, pero me llamó mucho la atención). Y segundo, porque donde no lo está, es difícil dar un paso sin hundirte hasta el tobillo. Hay tanta agua, que el campo no puede absorberla toda.

En cualquier caso, el paseo es reparador. Realmente es un entorno maravilloso. Y además, después de dos semanas de continua convivencia familiar, estos momentos de paz, soledad y silencio se disfrutan un montón.

De vuelta a la AC, se acabó el silencio. Relevo a mi mujer y me sumerjo en el mundo de los juegos con los niños. Que dicho sea de paso, necesitan también de estos momentos de juegos caseros. Hay tiempo para todo, aunque a veces temo que nos desmonten la AC.



Gastos día:

Total gastos día: 0 €
Total parcial: 2142,29 €

[KoldoS]

Primer día de playa II

Más fotos del día 14

[EvaV]

Koldo, le transmito tus elogios al fotógrafo (e hijas, que van siguiendo sus pasos...), aunque la luz de las fotos es la que había. A veces, seductora. Otras, gris.

Vas lanzado ! Dos etapas de un round !!!

Preciosos los stacks de Duncasby.
Y la emoción de tu hija al descubrir la primera foca de ese grupo impresionante !!!

En cuanto a la excursión en barco, por esa zona leí acerca de la existencia de un remolino en el mar. Ahora que lo mencionas lo he buscado, y he encontrado esto: "A profundidad, entre las rocas de Swilkie, frente al punto más septentrional de la Isla de Stroma, se encuentra el remolino más peligroso del Pentland Firth. De acuerdo con la leyenda islandesa, el Swilkie es el lugar donde se muele la sal, que mantiene la salinidad de los océanos, en un molinillo de mano gigante."

Bueno, ya os hemos tenido al norte del norte.
Me encanta esa expresión de que el verde de los prados se prolonga hasta casi caer por el acantilado.

Loli !!! Que ya sabemos algo de vosotros !!

Ya os tenemos en zonas tranquilas, con poca gente, sin los carteles nocturnos de los lugareños ("no overnight").
Preciosa la playa de Coldblakie! Y su cueva del tesoro.

Espero impacientemente la próxima entrega, Loch Eriboll es uno de los lugares de los que tenía buenas referencias (donde esta vez no llegamos...)

[Zaran]

KoldoS
Katxis!! Una cueva del tesoro sin tesoro!
Por lo menos os queda el consuelo de que el día anterior visteis focas en estado puro, libres en plena naturaleza, que también tuvo que ser emocionante.
Un par de días muy entretenidos.
Ah! Me parecen supergraciosas dos fotos del 2º día: la del farito blanco y rojo, y la del camión de bomberos.

[Mikel O]

Koldos
Muy bonito el relato. La verdad es que coincide con lo que mencionas, a partir de Dunnet Head el número de carteles disminuye considerablemente y eso es una verdadera tranquilidad.
A nosotros nos pasó lo mismo que a vosotros con los carteles de contaminación radiactiva en Sanside bay, nosotros paramos en otro sitio, que no tenía cartel de no overtnight, incluso disponía de unos servicios unos cuantos metros antes, y claro acceso a playa. Dedidimos poner la auto, ya había una aparcada y como las neskak necesitavan salir a estirar las piernas, bajamos con intención de pasear tranquilamente por la playa, pero al ver el dichoso cartel, imagínate la cara de decepción.
El en faro no nos fijamos en las indicaciones y por lo tanto ni nos enteramos de la presencia del Old man of Hoy. Por cierto esa es la parede que a aparecido varias veces escalada por algunos de nuestras latitudes ¿no?

pd: nos dejas en mal lugar con tanto trabajo avanzado.
Old Man of Hoy

[matrix]

_Koldo, ayer lei tus entregas , incluso escribí una respuesta, pero me tuve que ausentar y se me fue la conexion.
Me han encantado, la emocion de descubrir la priemra foca, la foto con todas las demás!!, el descubrimiento de la cueva del tesoro... la carcajada (mia) al ver el cartal de radioactividad en la playa.... las fotos... una preciosidad!
Tengo claro que llegaré arriba!

[lofini]

Hola:

Mikel: Creo que por Caingroms, hizimos la misma ruta que vosotros, pero nosotros con mal tiempo, y aun y así nos mejó maravillados, allí vimos los primeras subidas y bajadas impresionantes de Escocia, !esos %¡.

Echobelly: ¿Noruega, Escocia?, Que dilema, las dos son una maravilla, pero como te dice Koldo, un año uno otro año otro. ¿Pero que elegir primero?. Pues nada, la moneda al aire.

Koldo: Nosotros cuando veiamos esos bancos, siempre deciamos "El meu paisatge preferit" que es lo mismo que "Mi vista favorita". La verdad es que invitaban a sentarse y contemplar. Cuando pasamos por la carretera y vimos una Ac, y al ver que tenia matricula española, nos hizo ilusion ya que no habiamos visto muchas, por no decir ninguna hasta el momento, así que no pudimos resistir la tensión de tocar el claxon, aun a sabiendas que os podiamos haber despertado. Y casualidades, después en Strathy Point, supongo que nos adelantasteis cuando nosotros nos adentramos en otro Point, al veros en aquel parquing, mis hijos lo primero que dijeron "a lo mejor tienen niños". Y claro cuando vimos personas paseando por allí, no pudimos resistir la tentación de el "hola", a grito "pelao". !Que surte con las focas de Duncay!, nosotros vimos, pero ni nos dio tiempo ha hacer una foto o filmar, pues fue visto y no visto. Nosotros dormimos en el parquing del faro de Duncay, fuimos hasta allí, porque había leido que se podia dormir, al llegar el dichoso cartelito, pero ya había dos Ac's, unos italianos que nos dijeron que se iban a quedar, así que a sabiendas, nos quedamos.

Saludos

[Mikel O]

Maryculyter – Fraserburg – Pennan - Gardenstown

No todos los días se levanta uno de buen humor, incluso en vacaciones si no se descansa a gusto puede pasar. Hoy le ha tocado a Idoia y la verdad es que ve las cosas bastante negras, ha pasado frío por la noche, no pensábamos que la temperatura bajaría pero al punto de la mañana marca 7 en el exterior y dentro unos 14. Pero bueno encendemos la calefacción a tope tras un buen café y una ducha bien caliente, las cosas se ven de otra manera. Utilizamos las instalaciones del camping hasta casi mediodía, como todavía no llueve a penas, Leire y Olaia disfrutan de los columpios y de los juegos que hay en una sala cubierta, billar y mesa de ping-pong además de algunos libros y una tele, lo que nos brinda una buena oportunidad para revisar y reordenar la intendencia. No tenemos prisa puesto que el destino nos lo irá marcando la climatología. Descargamos las grises, aunque no sin alguna dificultad ya que las parcelas están pensadas para caravanas, todas ellas disponen de agua corriente, toma eléctrica y desagüe. Nosotros no hemos visto otro lugar para vaciar y ya como la auto tiene un tubo de 40 para el vaciado, hacemos unas maniobras y lo ajustamos a la cañería de una de las parcelas de autocaravana. Prueba superada sin demasiadas complicaciones.

Bueno una vez recuperados del mal despertar continuamos con la ruta. El día la verdad es que no acompaña, fuertes rachas de viento y lluvia que por momentos no deja ver ni la carretera. Por ello hacemos unos kilómetros hasta llegar a Cruden Bay. Localidad con una playa espectacular y un puerto pequeño en el que hay un cartel en el que se indica un teléfono al que llamar si se quiere pernoctar allí. Aparcamos la auto y en una pequeña tregua de lluvia ascendemos un poco hacia los acantilado y paseamos un trecho hacia las ruinas de un castillo, pero la lluvia arrecia y sin alcanzarlo decidimos volver. Es una pena puesto que la playa que se inicia al otro lado del puerto es muy grande y cuenta con unas dunas por las que seguro se puede realizar algún recorrido. Al revisar las notas para escribir esta etapa entro en google earth y me apena no haber tenido en buen día para poder disfrutar de este entorno tan bonito.

Seguimos recorrido y llegamos a PETERHEAD, en la que pillamos un mac en una rotonda a las afueras del pueblo donde decido parar para estirar las piernas y realizar una conexión a Internet. Las peques se quedan dentro de la auto viendo alguna de las múltiples películas de las que hemos venido provistos. Idoia decide quedarse también montando guardia y de paso ojeando un poco los folletos de información que hemos ido recopilando.
Sin entrar en el restaurante consigo conectarme a la red del establecimiento y consulto los correos, el tiempo y cuelgo algunos pormenores de nuestras andanzas para que la familia nos tenga localizados. En el intervalo veo pasar a una cantidad de gente considerable teniendo en cuenta que este establecimiento está a las afueras del pueblo, la verdad es que no se ve que la gente disfrute de una comida tranquila, muchos se afanan en utilizar el servicio desde el coche, es una lástima que se impongan estos establecimientos de comida tan rápida.

Continuamos haciendo kilómetros ya que aunque la lluvia da alguna pequeña tregua, no tiene pinta de que el temporal vaya a amainar. Así llegamos a la localidad de FRASERBURGH más o menos a eso de nuestra hora de comer, nos dirigimos hacia el puerto y aparcamos la autocaravana junto al museo y los acantilados. No conseguimos ni salir de la auto por el viento y lo que llueve, el mar está realmente embravecido. Para comer tengo que maniobrar y pegar el culo del vehículo junto a un edificio a fin de ver el mar pero un poco a barlovento ya que antes el viento no paraba de balancear la autocaravana. Nuestra comida nos hace pensar en lo penoso que debe estar en una situación de marejada en un barco e intentar llevarse algo a la boca. Parece mentira que con las cerca de cuatro toneladas que pesamos el viento sea capaz de mover tanto la auto. La distancia desde el acantilado al mar es de varios metros, pero la fuerza de las olas y sobre todo el viento hace que constantemente salpique espuma de mar sobre las ventanas delanteras y del comedor. El espectáculo es digno de contemplar, eso sí desde el interior ya que decido salir a verlo desde fuera e inmediatamente vuelvo al redil empapado, sin poder hacer ni una foto y un poco asustado ante la bravura de la naturaleza.
Me he acercado a ver el museo marítimo pero como la familia ha decidido quedarse sin salir y no están precisamente tranquilas en este lugar, me doy media vuelta y partimos hacia otro destino. A estas alturas del viaje ya vamos comprobando que las inclemencias del tiempo son las que en gran medida van a ir marcando la marcha y las opciones de visita de los lugares a los que lleguemos.

[Mikel O]

jarraipena

Por la tarde bordeamos el cabo y nos dirigimos hacia unas pequeñas localidades impresionantemente bonitas, eso sí para verlas puesto que con temporal supongo que hasta los habitantes del lugar se cagan por las patas. Y eso que se nota el cambio de orientación puesto que ahora estamos un poco más al abrigo de los vientos dominantes. PENNAN, pequeño pueblo al que se baja por una carretera estrecha con un desnivel medio del 16%, más vale que abajo existe un pequeño aparcamiento para poder dar la vuelta, que no se sabe muy bien si por la hora o por el temporal, está casi vacío y en el que en pocas maniobras podemos dar la vuelta. Parte del pueblo no es accesible en coche puesto que las casas dan directamente al mar y para que os hagáis una idea, casi no cuentan con vanos para contemplar las maravillosas vistas, y las puertas dan hacia pequeños callejones o etxekartes. Resulta llamativo que las casas sean de muros gruesos, bajas y con la aperturas en la zona ancha de la edificación que nunca es la que da al mar. Todas ellas están separadas por pequeñas callejuelas que permiten acceder al interior de la vivienda, y en las pocas viviendas que no están directamente pegadas al acantilado, acceder a alguna pequeña huerta. De vez en cuando se pueden ver pequeños carros de tracción humana para poder llevar las mercancías hasta las viviendas de la mitad del pueblo que se ubican más cerca del puerto. No existe espacio ni para guardar a buen recaudo las barcas cuando hay temporal. De hecho la entrada al pueblo resulta espectacular, tras la mencionada cuesta de la carretera de único carril, por supuesto, se alcanza la calle principal que hace las veces de nudo de comunicación y dique, en ángulo de 90º. Todavía no se muy bien como conseguimos hacer la maniobra sin darle a ninguna casa. Y eso fue poco en comparación con la salida ya que ahora sabíamos a que tipo de cuesta y maniobras nos enfrentábamos, pero por suerte no nos cruzamos con nadie hasta bastante más arriba. Ha resultado una de esas experiencias en las que como conductor calculas a ojo las distancias y decides prácticamente cerrar los ojos e implorar que los cálculos no sean erróneos.

De esta localidad nos dirigimos a la siguiente, que ni viene en el mapa y a la que no se puede acceder en coches, sólo los lugareños, y la verdad es que no tienen más que 5 mini sitios para aparcar. En un acantilado elevado tienen preparado un pequeño aparcamiento, es de suponer que para los visitantes, no quiero ni imaginar que pasa si los jóvenes deciden salir de marcha, no tanto por las cuestas a las que estarán acostumbradas sino porque el que llegue tarde se queda sin sitio para dejar el coche y desde este punto seguro que baja al pueblo y en el trayecto o se tropieza y rueda hasta abajo o en el mejor de los casos llega totalmente despejado a la cama. Mira hay que verle el lado positivo a todo.
El siguiente destino es GARDENSTOWN, localidad algo más grande pero no por ello menos escondida. Tras otra vertiginosa bajada, no olvidar que para hacer el más difícil todavía cae agua a raudales, pero cual es nuestra sorpresa que al final de la localidad hay una zona de pequeño aparcamiento, junto a unas naves y una pequeña playa. Ya es tarde y no nos sentimos con fuerzas para continuar por estas pistas de scalestrix, por lo que aparcamos al abrigo de una vaya y con el ruido del mar y la lluvia decidimos que será un lugar perfecto para la pernocta. Y la verdad es que así resultó ser puesto que no nos molesta nadie.
Desde este punto parte un pequeño recorrido hasta la localidad que anteriormente hemos visto desde el acantilado, se trata de CROVIE. Con este tiempo la familia no se decide a salir a pasear, pero yo me animo puesto que me he quedado con las ganas antes las vistas desde el aparcamiento. El paseo no es largo y la verdad es que no defrauda ya que Crovie es cuanto menos tan curioso como Pennan. En este pueblo sólo se puede acceder a las primeras casas en coche, no llegarán ni a un tercio, y efectivamente las plazas de aparcamiento eran muy limitadas y algunos de los coches se encontraban aparcados en lugares inciertamente seguros. Existe un pequeño regacho a partir del cual ya no hay sino una estrecha calle - malecón, con no más de metro y medio de anchura para acceder a la mayoría de las casas. En este pueblo se ven más carros para el transporte de todo tipo de mercancías hasta las viviendas, muchas de las cuales prácticamente descansan en el acantilado. Las olas salpican este pequeño paseo y es de suponer que en más de una ocasión azotarán las viviendas.
Sólo veo a un abuelo que pasea por el mismo camino que yo y a alguna señora mayor que saluda desde su propia casa. El tiempo no acompaña pero todo sea dicho, este cielo plomizo, la lluvia y la poca luz dan un toque místico a este momento. De regreso observo a algunos cormoranes a los que las inclemencias del tiempo no inmutan, afanarse en procurarse la cena, y me quedo absorto en mis pensamientos mientras escucho los rumores del mar y las piedras que constantemente se van moviendo al son de la fuerza del mar. De regreso consigo que Leire decida salir a pasear y visitamos la Gardenstown. Nos acercamos al pequeño puerto e intentamos aproximarnos hasta el faro que se ubica al inicio del malecón pero la fuerza de las olas, que en ocasiones lo superan y casi nos mojan en varias ocasiones nos hacen desistir en el intento. En el mismo puerto se sitúa un pequeño bar restaurante con vistas al mar que está bastante concurrido. Bordeamos el puerto, en el que además de las pequeñas embarcaciones se han refugiado otros ansarones y de este otro lado sí podemos subirnos al malecón para ver la fuerza de las olas. Para finalizar proseguimos hasta el otro extremo del pueblo en el que la calle se estrecha. La fuerza del temporal ha amontonado una cantidad considerable de algas a lo largo de la pequeña playa. A pesar de que está casi oscureciendo, el verde de las lomas que encajonan la localidad luce con una pureza de color que contrasta con el gris del ocaso.
Volvemos a la auto y a pesar de la fuerza del viento y del salitre que se va pegando en toda la autocaravana, que ni la persistente lluvia es capaz de arrancar, conseguimos dormir muy plácidamente. A ver que nos depara mañana la climatología.

Km 129,8. Gardesnstown P junto al mar N57º40´25.9 / W2º20´04.4